Arde el Ulster: 55 policías heridos en choques entre unionistas y republicanos
18:30
8 Abril 2021

Arde el Ulster: 55 policías heridos en choques entre unionistas y republicanos

Belfast vive la semana más violenta en años con el lanzamiento de cócteles Molotov y el incendio de automóviles en plena escalada de tensión por el Brexit

Irlanda del Norte Los paramilitares unionistas se desmarcan del Acuerdo de Paz en el Ulster Brexit Cómo ha influido el Brexit y la frontera de Irlanda en la guerra de las vacunas

Los "muros de la paz" de Belfast han sido escenario de los mayores enfrentamientos entre unionistas y republicanos de los últimos años, con 55 policías heridos en los disturbios que duran ya una semana. La situación alcanzó el clímax en la noche del miércoles, cuando un grupo de enmascarados secuestró un autobús sin viajeros y lo lanzó envuelto en llamas por la emblemática Shankill Road, en una incendiaria secuela del conflicto del Ulster.

La noche de fuego acabó con el lanzamiento de cócteles Molotov en el cruce de Lanark Way y la agresión contra un fotógrafo de 'The Belfast Telegraph'. La capital de Irlanda del Norte vivió la noche más intensa de enfrentamientos en las calles, tras las protestas iniciadas por la decisión de la fiscalía de no actuar contra los 1.500 asistentes al funeral del ex miembro del IRA Bobby Storey, en violación de las restricciones de la pandemia.

"La escala de la violencia que estamos viendo no se había producido en Belfast en muchos años", admitió el subcomisario jefe Jonathan Roberts. "Todo apunta a que ha habido organizaciones paramilitares en la planificación de los disturbios".

Varios grupos unionistas vinculados a las milicias paramilitares anunciaron de hecho su "renuncia" al apoyo del Acuerdo de Paz en Irlanda del Norte a principios de marzo y en una carta dirigida al "premier" Boris Johnson. El así llamado "Consejo de Comunidades Lealistas" (LCC) representa a milicias aún activas como el Ulster Voluntary Force (UVF), Ulster Defense Association (UDA) o Red Hand Commando (RHC), que han encontrado un nuevo enemigo en el Protocolo de Irlanda contenido en el acuerdo del Brexit.

El malestar creado desde enero, con la implantación de controles aduaneros entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido por el Brexit, ha contribuido también a una escalada de la tensión y ha sacado a la calle a los grupos paramilitares unionistas. El "premier" Boris Johnson y el "taoiseach" irlandés Micheál Martin pidieron al unísono "el fin de la violencia" e hicieron una llamada conjunta al "diálogo".

La ministra principal Arlene Foster, criticada por haber alimentado la ira unionista con su oposición al Protocolo de Irlanda y con las críticas a la policía por su doble rasero, hizo finalmente un llamamiento a la población y convocó una reunión de urgencia de su gabinete y de la Asamblea de Stormont este jueves.

"No hay justificación para la violencia", escribió en twitter Foster, líder del Partido Democrático Unionista (DUP). "Lo que estamos viendo no representa al unionismo. Estas protestas son una humillación para Irlanda de Norte y solo sirven para desviar la atención sobre los auténticos violadores de la ley de Sinn Fein".

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