



El jubilado de las cartas bomba pretendía lanzar con un dron un artefacto de mayor potencia
La Policía comprobó al incautar la aeronave que el detenido le había incorporado un dispositivo para soltar la carga en pleno vuelo.
La Policía Nacional encontró en la casa de Pompeyo González Pascual, el jubilado detenido como autor del envío de las 6 cartas bomba a la embajada de Ucrania y a distintas personalidades del Estado, un dron al que el jubilado prorruso le había incorporado un dispositivo de carga con el fin de lanzar un artefacto explosivo de mayor potencia.Así lo aseguran a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación. Esta misma mañana, el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama ha ordenado su ingreso en prisión provisional. El Ministerio Público le atribuye seis delitos de terrorismo —dos de ellos, agravados, por tratarse de paquetes-bomba dirigidos contra miembros del Gobierno—, así como lesiones y amenazas, además de fabricación, empleo de artefactos explosivos, inflamables, incendiarios con finalidad terrorista.
Según fuentes judiciales, el autor del envío de los sobres explosivos tenía la intención de volver a remitir paquetes similares. Estaba preparando una nueva tanda. Junto a estos elementos, los agentes incautaron el dron que hallaron en su vivienda en Miranda de Ebro (Burgos).
Las fuentes consultadas aseguran que le había incorporado a la aeronave un dispositivo de suelta de carga con el que pretendía lanzar un artefacto de mayor potencia. Por el momento no han logrado saber den qué lugar pretendía perpetrar esta acción.
Pompeyo González, apuntan los investigadores, trabajaba con nombres falsos en varias cuentas de Amazon y otras plataformas virtuales en las que adquiría los materiales para fabricar los explosivos. A su vez, los paquetes llevaban direcciones falsas de correos detectadas similares para futuros envíos.
Los agentes de la Brigada Provincial de Información de Madrid no han encontrado todavía conexión alguna con los servicios secretos rusos o con algún elemento de la inteligencia del Kremlin. Por el momento se encuentran analizando sus teléfonos y ordenadores para conocer con quién interactuaba en internet, a través de la red rusa vk, una aplicación rusa parecida a Facebook, y también en otras aplicaciones.
Pompeyo, apuntan las fuentes consultadas, era un "comunista nostálgico de la URSS, radicalizado al estilo de los yihadistas en internet". Como un 'lobo solitario', consumía sin parar propaganda prorrusa en diversos espacios virtuales, algunos de ellos canales venezolanos.
[El jubilado prorruso que envió las cartas bomba estaba fabricando más explosivos en su casa]
El juez Calama confirma que existe riesgo de que Pompeyo abandonase España de no ingresar en prisión. El magistrado cita en su auto que el detenido usaba aplicaciones rusas de mensajería instantánea y correos electrónicos cifrados. "La transcendencia de sus violentas acciones como medio de propaganda de la ocupación rusa en Ucrania pudieran facilitar su huida a territorio ruso, recibiendo, al efecto, ayuda de ciudadanos de dicho país", señala el juez.
"Ambas circunstancias, apreciadas conjuntamente, constituyen unos hechos relevantes en orden a adoptar la medida cautelar solicitada por el Ministerio Fiscal", concluye.
Búsquedas en internet
Las intervenciones de las comunicaciones autorizadas ponen de manifiesto que desde su teléfono móvil Pompeyo había visitado páginas web relacionadas con el mundo de las armas. Una de ellas era www.armas.es, portal autodenominado "periódico digital mundial sobre armas en español".
A esta web había efectuado al menos 11 conexiones. La Policía Nacional también detectó su conexión a la página www.química.es, portal en español sobre química, noticias, productos, empresas del sector, enciclopedia química, etc. A su vez, Pompeyo consultó diferentes páginas webs de compras de elementos de bricolaje y tornillería.
Ello, a ojos del juez, evidencia que el detenido "ha estado adquiriendo conocimientos tanto sobre química a fin de elaborar explosivos mediante la utilización de sustancias fácilmente adquiribles en el mercado, como en relación con armas".
[El juez ordena prisión provisional para Pompeyo, el jubilado detenido por enviar las cartas bomba]
El juez Calama entiende que tales circunstancias "objetivan un alto riesgo de reiteración delictiva, que conlleva la necesidad de decretar su prisión provisional, sin perjuicio de que el avance de la instrucción, y particularmente el informe de análisis de las sustancias explosivas utilizadas, aconsejen su modificación.
Nuevos sobres
Tal y como ha publicado EL ESPAÑOL, el jubilado, antes de ser detenido, estaba fabricando nuevos sobres con explosivos en el interior de su casa de Miranda de Ebro.
Dos de los sobres fueron enviados al Palacio de la Moncloa y al Ministerio de Defensa que encabeza Margarita Robles. Un funcionario que trabajaba en la Embajada de Ucrania en Madrid, edificio al que se dirigió otra de las cartas, resultó herido en un brazo al manipular el sobre incendiario.
Una empresa armamentística de Zaragoza, que fabricó material que fue enviado a Ucrania, recibió el pasado noviembre otro de los paquetes explosivos, que fue desactivado rápidamente por los Tedax. La Embajada de Estados Unidos en Madrid también recibió otra de las cartas.
El remite de todos los sobres estaba escrito con la misma caligrafía y tinta del mismo color. La particular tipología de los mismos fue una de las pistas que siguió la Policía para dar con Pompeyo, el presunto autor de los seis envíos.
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