



La enésima resurrección de Tiger Woods
El estadounidense, tras el accidente de tráfico en febrero en el que se destrozó su pierna derecha, regresa en un torneo 'amateur' donde participa junto a su hijo, de 12 años.
Reaparición "Tengo suerte de estar vivo y tener pierna"Sólo unos meses antes de la apabullante primera gran victoria de Tiger Woods en el Masters de Augusta en 1997, un polémico comunicador norteamericano, John Ziegler, creaba la primera iglesia de Woods, autodeclarándose su primer pastor. En poco tiempo la nueva institución ganaba millones de fieles y Ziegler publicaba los 10 mandamientos de Tiger Woods. El tercero era rotundo: «No dudarás de la capacidad de Woods para recuperarse».
Este sábado, el mundo asistirá a una nueva resurrección del deportista californiano tras casi 10 meses de recuperación del grave accidente ocurrido el 23 de febrero en Los Ángeles, que le destrozó la pierna derecha. Woods vuelve a los campos de golf acompañado de su hijo Charlie Axel en el tradicional torneo de final de año PNC Championship de Orlando (Florida), que reúne a padres e hijos del PGA Tour. Woods se ha afanado en aclarar que no se trata de «un retorno normal» porque participa en un evento lúdico. Sólo se disputan 36 hoyos durante dos días. El formato del torneo es por parejas, padre e hijo juegan siempre escogiendo el mejor golpe.
rueda de prensa en la víspera de su torneo, el Hero World Challenge. Los rumores y quinielas sobre su posible retorno, se disparaban. Woods golpeó bolas todos los días, e incluso compartió minutos en la cabina de comentaristas. Las únicas y aparentes secuelas de aquella terrible mañana del mes de febrero son una cojera considerable y dolor constante en su pierna y espalda, nada ajeno al gran dominador del golf de los últimos años.En total, Woods ha sufrido en su carrera 12 operaciones, seis de rodilla izquierda, cinco de espalda y una en la pierna derecha. Está última intervención, debido a las múltiples fracturas abiertas de tibia y peroné como consecuencia del accidente de febrero. A su escalofriante trayectoria médica hay que unir la retirada motivada por sus escándalos, infidelidades y divorcio, y sus adicciones a los calmantes y somníferos con los que soportaba el dolor de su maltrecho cuerpo y que provocaron una detención y posterior retirada para recuperarse. Son muchas las ocasiones en las que se ha reconstruido a sí mismo, cambiando su swing, adaptándolo a sus limitaciones físicas, conviviendo con dolores insoportables, pero Tiger Woods siempre ha vuelto y lo ha hecho para ganar.
El Master de Augusta de 2019 es hasta ahora uno de los capítulos más heroicos de la historia del deporte, pero quizás el destino y el propio Woods tengan preparada una gesta aún mayor, de momento nos conformamos con disfrutar de la enésima resurrección de Woods.