Muere Martin Amis, el escritor salvaje que descubrió la mezquindad del mundo

Amis padecía cáncer de esófago y ha fallecido en su casa de Lake Worth, en el estado de Florida

La vida de Martin Amis se podría haber contado como un viaje completo por todas las edades de un intelectual: la edad de la irreverencia, la edad de la plenitud y la ambición, la edad de la rebeldía moral y la edad del desencanto y la preguntas descarnadas. Martin Amis murió ayer a los 73 años en su casa de Florida, enfermo de cáncer, en unas circunstancias que cualquiera se pinta como una fotografía de colores saturados y un poco grotescos, casi como sacadas de alguna de Dinero o de algunas de sus novelas más cómicas.

Durante los últimos 10 años, el nombre de Amis había desaparecido de la discusión pública pero pocos novelistas europeos de su generación lograron la devoción de tantos lectores.

Para empezar a explicar la literatura y la figura de Martin Amis, lo mejor es citar un puñado de nombres: Kingsley Amis, Christopher Hitchens, Salman Rushdie y Julian Barnes. Kingsley Amis, el padre de Martin, fue uno de esos escritores a los que, por su generación, les tocó retratar la caída de la sociedad de clases, del mundo de los señores y los criados del Reino Unido, y explicar la liberación de las costumbres sexuales (sobre todo, sexuales) de los años 60. Eso que Philip Larkin llamó annus mirabili.

En ese mundo inestable, Amis padre fue un pillo genial, más burbujeante que sólido. Su descripción como escritor es relevante porque los temas de Amis, en parte, son una ampliación de la literatura del padre. Martin escribió en sus libros de la persistencia de los privilegios y de la codicia, del descubrimiento de la mezquindad en un mundo que tendría que haber sido nuevo y limpio. En el fondo, Kingsley Amis, con su aspecto de caballero impecable, era un encantador un poco cínico que se movía con alegría y placer por una vida incomprensible. Su hijo, con su aire de vándalo, era lo contrario, un idealista que había descubierto la mezquindad del mundo.

De Kingsley Amis también es importante recordar que acogió la carrera literaria de su hijo con el desdén de la madrastra de Blancanieves, por decirlo amablemente.

Barnes, Rushdie y Hitchens también son importantes en la vida de Martin Amis como los amigos con los que se construyó a sí mismo como escritor. Su camaradería está narrada en varias versiones: Amis lo hizo en Experiencia y en Desde dentro, sus dos libros de memorias.

Estudiantes de Oxford y de Cambridge, llegados al mundo de la cultura en los años 70, impertinentes, apasionados en sus filias y en sus fobias, periodistas vocacionales, izquierdistas tempranamente desencantados, admiradores de la narrativa estadounidense, cosmopolitas, encanallados y a la vez rigurosos y refinados. Juntos jugaban a cambiar los títulos de los best sellers de su época de modo que allídonde apareciese la palabra corazón colocaban la palabra polla. Perfectos jóvenes airados.

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